domingo, 24 de febrero de 2013

CELEBRANDO A EL MONTARAZ - Primer Año de Publicaciones





Me convertí en Poeta
con la finalidad de hacerte frente.
Ser un mástil de chatarra
en tu playa muy hostil.

Yo me convertí en Poeta
para fastidiar tu vestido de encaje.
Tizne negruzca mi visión.
Torne grisáceamente mi arcoíris.

Yo me convertí en Poeta
y drene los exagerados cauces
en mis tintas
y
papeles
muy baratos.
Me hice Poeta
para dignificar un poco 
el oficio de la sensibilidad.

No me gustaron sus esquemáticos uniformes.
Me hice Poeta.
Un Poeta de la destrucción.
Un Poeta de las naranjas y el pan.
Por sobre todo, de las aves y rarezas voladoras.

Un Poeta en servicio de aztecas deidades.
Adulador de la serpiente emplumada.
Del hombre que lleva un tambor ninfomaníaco.
Yo deje mi sitio de espectador
en el banquillo del mundo
y trepe sobre este perfilado muro
para hacerte frente.

Yo me hice Poeta de poemas imperfectos,
minusválidos y deformes.
Era mi obligación recomponer
cada ala rota.

Yo me convertí en Poeta
cuando me afilie al Folk.
Folk, Folk, Folk,
cualquiera puede ser Poeta.
Y justifiqué mis disparates
con los clavos que traía en los zapatos.

He sido un Poeta abusivo
del adjetivo y la floritura.
He sido Poeta
para extirpar de mala manera
la sanguijuela
que dejaste en mi pantalón.



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