sábado, 23 de febrero de 2013

EL ATARDECER PENDIENDO





Victoria hizo un ademan con los parpados
y el lector cambio la pagina
donde escritos estaban
mi nombre y mis actos.

Ella hizo inmersión en un amnésico baño
y cubrió con fino velo
mis días y mis memorias.

Y yo estoy aquí.
En esta mucho muy pulimentada autopista.
El atardecer pendiendo:
tan intenso que incendia el cielo,
tan pesado que nos deforma los lomos.

Francamente nunca pensé
escribir una sola linea acerca de la puesta.
Ni siquiera por un par de chelines.
Pero aquí esta ahogándose en tinta.
El ocaso esta ahí arriba encaramado.
No es tan inútil como yo pensaba.

Mujer, como la tarde eres
que tan alta viene
y nos siente miseros y pequeños.

Mujer, como fatigados soles
que caen irremisibles
de ramas de árbol nocturno.
Estilo sofisticado y agudo.
para tímpanos de telaraña.




No hay comentarios:

Publicar un comentario