miércoles, 23 de mayo de 2012

MAYO




En lúgubre luz de par miles herrumbrosos, abriendo la senda entre notas de tango nochero, el indio argentino, en gaucha postura, lo vio perecer.

Medroso del sitio, aún Montaraz no era; quimérico pandemónium lunfardo, rico en trastos de color y de aspecto gardeliano, retrato hablado del olor de las pampas.

Bizarro mecena, la noche de mayo en laude caliza su nombre grabó; cual menipo de Filóstrato, a la joven empusa, en neuronas inhibidas, amores clandestinos al oído musito, todos veraces en una veintena de primaveras falsas.

La lamia de grandes pechos, de labios inhóspitos, sangre lamio a las diez; hemofilias que nacen cuando muere el sol; funerales de neuronas cancelados en el parto de la bestia de dos espaldas, funerales de neuronas confirmados en el parto de la neura.

En un tablón cuadrado, hablo con la absenta y con la nota trémula de un violín ocre; en la arena de baile, trastabillo en danza con frases de cohen “Everybody knows the good guys lost”; “Dance me to the end of love” y en las alas dicroicas de una bandada de colibríes amazónicos, ella surco el cielo de medio vals para no volver jamás.

Más no todo jolgorio es derrota y no toda frase es sentencia absoluta; la flama de la belleza se extingue en la guillotina del minutero, lo inamovible sucumbe al final, siempre. En lienzo etéreo, donde el azul de la tarde, suicida muere en negruzcas vestiduras, izada la estrella, pende en fulgores, que advierte cada paso…Antares.

Clausuró un trueque de alivianadas motas de algodón, por cestos plomíferos, saturados de cadáveres del hitleriano holocausto en las bóvedas de la mente; fue El Montaraz en la puñalada de beso a las diez, fue El Montaraz en el ocaso de la última frontera: la verdad.

Tararea el miedo el réquiem de su deceso. Noble parca frunce el ceño en tanto canto el mío: “Mais je n'ai pas peur; J'ai repris mon arme”.



2 comentarios:

  1. Hola Montaraz, muy buenas noches, y recibe por favor mis saludos.

    Finalmente pude terminar con la lectura de todo tu blog, que admito interesante; sin embargo, creo que las “serias discrepancias con las tildes”, hieren en alto grado tu prosa, notablemente nutrida en términos de vocabulario, algo de destacar y sobre todo en esta época, altamente pobre(concédaseme la oxímoron) en ese sentido; ¿la significación de los textos? En realidad, ¿a quién le importa? Y además, cada lector puede otorgarles el sentido que le plazca más, pues así y con esa intención están redactados.

    Otra cosa, te sugeriría que acortaras un poco los paréntesis, pues te vas mucho con aclaraciones al margen y paralelas(en eso te entiendo porque yo también lo hago mucho, y de hecho esta misma interrupción es tal, así que fijate); a pesar de que en ocasiones aportan, si son muchas y muy recargadas, pueden terminar aburriendo al lector, que al no poder llegar al grano, al meollo del asunto, al no divisar hacia dónde dirige el túnel que es el escrito, sino sólo curvas y más curvas, optará por irse a otra parte, y está en todo su derecho a hacerlo.

    Creo que terminé, já; y no te digo las cosas anteriores a fin de herirte, sino exactamente al contrario: para que optimices lo mejorable, y hagas cada vez más cálido y acogedor este lugar. En resumen, te animo a seguir con este emprendimiento que comenzaste hace poquitos meses, Montaraz.

    Envío un recuerdo para ti, gracias por seguirme, ¡y hasta pronto!

    Equis.

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  2. Agradece humildemente tu comentario y tu total lectura de su intentada prosa El Montaraz; te saluda allí en las tierras de Horacio Quiroga, de quien es ferviente admirador.

    No se -si por fortuna o anatema- para el amigo visitante lector, los pendientes, pulseras y atavíos pintorescos, que pululan a lo largo de los párrafos, como homenaje de un barroco extinto, sean innecesarios; no obstante lo has mencionado bien: "cada lector puede otorgarle el sentido que le plazca mas".

    De ninguna manera es narrativa compleja, de hecho solo es surrealista, realista fantástica, muy barroca y poco literal, por lo que concede el paso a la ambigüedad y al pleonasmo, avatares que considera convenientes en una época "pobre" como dices, y ademas enmarcada en el canon de lo estándar, lo regulado y lo normativo. Esta es la pretención de El Montaraz: fomentar de forma inocua, salubre, productiva y socialmente constructiva, una renovación profunda de esos "encajonamientos" absurdos que se han impuesto desde infinidad de arquetipos.

    ....Y como ves, él acaba de redactar otra arandela....

    Ningún hombre es una isla....de hecho El Montaraz no lo es, y ha enviado razón: gracias por seguirle

    Saludos

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